domingo, 26 de mayo de 2013

Una bonita partitura

Toqué tu espalda como toco los sostenidos en el piano. Y así comenzamos una bonita partitura. Perdiéndonos y encontrándonos entre esas 5 líneas del pentagrama. Y a mí que siempre me ha gustado controlar el tiempo te dije que haríamos un compás 4/4 y a ti como te gustan las cosas breves me llenaste de semicorcheas y repeticiones, muchas repeticiones. Y yo recorrí tu cuerpo poniéndote bemoles inesperados en re’s escondidos en tus dedos. Y tú que me conoces tan bien besaste cada puntillo que me recorría el cuerpo solo para ver como caían negras de mis pestañas. Me dibujaste claves de sol en las mejillas y me hiciste pasar a do mayor. Después vinieron los silencios de blancas que duraron más de dos compases en los que pude ver a través de tus ojos que esta vez hacíamos el amor, no follabamos. Y entonces toqué la novena sinfonía de Beethoven en tu cintura pasando de pianissimo a fortissimo en segundos. Y tú que siempre has sido más de Mozart tocaste su sinfonía nº 35 con mi espalda como arpa. E hicimos un coro con nuestros gemidos al unísono. Y así acabamos el mejor concierto de nuestra vida. Con los mejores instrumentos. Nuestros cuerpos. 

miércoles, 20 de marzo de 2013

Amaneceres en tu cintura


Te acercas a mí como si me debieras algo más que caricias por la espalda. 
Como si tuvieras que romper esta distancia que separa nuestros labios, como si quisieras decirme mil cosas sin hablar. 
Como si supieras exactamente que poro de mi piel tienes que tocar para hacer que me erice.
Te acercas a mí rápido pero con miedo, sabiendo que si te acercas demasiado puedo quemar(te) pero eso no te frena.
Porque sabes qué es lo que quieres. 
Y yo creo que podré esquivarte y no acabar en tu cama una noche más. Y me equivoco, como siempre. 
Te acercas a mí con las mejillas sonrosadas cargadas de promesas. Y todos los relojes del mundo se paran. 
Como si supieran que tienen que descansar un rato, como si supieran que nosotros nos encargamos de contar los segundos con besos. 
Te acercas a mí nervioso pero seguro. Te tiemblan las manos. Y a mí me flaquean las piernas. 
No salen palabras de nuestras bocas, de eso ya se encargan nuestras miradas. 
Y una vez más veo el amanecer más bonito en tu cintura. Y me hago la sorprendida. Como si no supiera que esto iba a pasar. 

jueves, 28 de febrero de 2013

Muso


Que ya te lo he dicho, que me pone hasta tu caminar sin rumbo.
Que sabes que nunca me negaré a tus imperativos con mi nombre detrás y mucho menos al que dice “Ámame”
Y me encanta cuando haces como que no me conoces, y te me presentas y me intestas conquistar mientras yo me hago la dura.
A ver quién es el/la valiente que se va a resistir a esa caída de ojos.
Que voy contigo de la mano y es como si los miedos nos temieran a nosotros.
Que la palabra “amor” ahora la utilizo para llamarte, y qué bien te queda.
Y deja de morderte el labio porque terminaré haciéndote el amor encima de esta mesa. 
Que ya no creo en el futuro si no es contigo.
Y yo no sé que fue, si esas ganas de comernos o nuestras pupilas dilatadas. 
Pero lo supe, desde que cruzaste el umbral de mi corazón, supe que tenías que ser mío. 
Y te seguiré aunque no sepa muy bien a dónde. 
Porque sabes de sobra que solo te hace falta tocar mi tirante del sujetador con las yemas de tus dedos y ya soy tuya. 

sábado, 16 de febrero de 2013

Gracias por todo, Cristina

He aquí la poesía que me escribió Cristina (@MalditaCristine) por mi 18 cumpleaños. Era necesario que esta poesía viera la luz. Nunca me cansaré de decir que tengo una amiga poeta con mucho talento.

"Quería escribirte algo especial por eso de que cumples 18 años y eres mi mejor amiga, pero no se me da muy bien escribir sobre amistad. Se me da mejor escribir de amor y eso que no tengo ni puta idea de qué es. Pero de la amistad sí sé, y mucho. De eso estoy segura. Y todo lo que sé me lo has enseñado tú. Me enseñaste que la amistad no se mide en tiempo sino en intensidad y me enseñaste que la distancia no es un enemigo fácil de vencer. Y nosotras le enseñamos a ella, que pudo con muchos, que con nosotras no iba a poder. La enfrentamos primero con el querer. Le plantamos cara y le dijimos: quien quiere puede. Luego le plantamos cara con la rutina e hicimos que el teléfono fuera un campo de minas para ella y un campamento de ayuda para nosotras. La enfrentamos después con los viajes, con los momentos, con las risas, con las historias y con las ganas otra vez y finalmente, con el destino. Se alió en nuestro bando para ganarle la jugada de una vez. Y la distancia se rindió. Y así, una vez hundida, nos reímos de ella y la hicimos parte de nuestro arco del triunfo. Me enseñaste que los secretos no existen y que lo de contártelo todo se convirtiera en una necesidad. Hiciste que tu vida formara parte de la mía y yo, hice lo mismo. Así, las entrelazamos, y ahora que se ha hecho de acero con el tiempo, no se va a romper. Por eso sé que cuando te digo "siempre" no es una palabra más de esas para rellenar espacios en blanco. Que si vencimos a la distancia podemos con todo."

martes, 15 de enero de 2013

Vuelve a cambiarme la vida una vez más


Llegaste, como un frío día de invierno y me calaste hasta los huesos como tal.
Y esas ganas que tenía yo de conocer mundo se redujeron a tu cama.
Me dije a mi misma “algún día te cansarás de contar esos lunares” y aquí estoy, contando arrugas ahora.
Yo, que no hubiera dado un duro por el amor, me he hecho rica a base de él.
Quién iba a pensar que en un nombre tan simple como el tuyo iban a caber todos mis sueños.
Yo, que siempre había odiado las camas matrimoniales resultó ser que no había encontrado con quién compartirlas hasta que apareciste tú.
Y me rindo ante ti, porque eres capaz de desnudarme sin ni siquiera tocarme.
Porque no le puedo decir que no a esos ojos marrones tan poco corrientes.
Porque tú empezaste a creer en el amor, el amor en mí y yo en ti. 

Magia somos tú y yo


Magia somos tú y yo bailando sin música.
Magia somos tú y yo duchándonos juntos.
Magia somos tú y yo hablando de sueños por cumplir.
Magia somos tú y yo llamándonos “nosotros”.
Magia somos tú y yo contra el mundo.
Magia somos tú y yo queriéndonos con ganas.
Magia somos tú y yo desayunándonos todas las mañanas.

domingo, 13 de enero de 2013

Ella siempre amó la libertad

Ya sabes como era ella, que nunca le gustaron las modas, que hizo siempre lo que quiso. 
Que tenía la palabra “libertad” tatuada en cada poro de su piel.
Ella andaba por la calle como si nada le importara mientras se iba consumiendo por dentro.
Ella nunca dijo nada pero se estaba muriendo.
Vivía siempre rodeada de humo.
Ella no perdonaba los petas de después de desayunar, de comer, de cenar, de follar.
Nunca supo qué es lo que quería pero tampoco dejó de luchar por ello.
O la querías o la odiabas.
Hicieras lo que hicieras lo harías hasta el fondo porque ella era así.
Valía la pena y la alegría conocerla.
Pero más te valía no fallarle, ella nunca perdonaba.
Ella era capaz de competir contra el sol a ver quién se levantaba antes.
Era la única persona capaz de perder la cabeza y encontrarla a los días.
Los que hablaban de ella no sabían las huellas que dejaba al andar por las aceras ni en las vidas que tocaba.  
Muchos dicen que las ganas de comerse el mundo se las llevó a la tumba, como se nota que no la conocían.
Así era ella, y no me habléis de suerte si no la conocisteis.